InfiDeLiDaD ¿adicción o necesidad?

No se cuando se me ocurrió pensar en ello, pero encontre muchas opiniones al respecto, seguro que para muchos el ser infiel es un deporte, para otros una casualidad y habrá quienes lo califiquen como el “error” de sus vidas. Pero vamos por partes. El ser infiel para ambos sexos, repercute tanto en la vida propia como en la de la pareja.

Creo que a menudo se presentan situaciones extremas, donde en realidad puede más el deseo que la razón que intentes hacer cumplir.

La lógica humana dice que una persona atractiva -hombre o mujer- rápidamente puede cautivar a otr@, con miradas, acercamientos, y simplemente cuando la química sexual se corre a flor de piel y resulta casi imposible evitar la sensación de deseo y excitación por querer estar con ésta otra persona.

Para muchos, se convierte en un deporte, pues resulta prácticamente imposible que puedan convivir con una sola persona y el irse a la cama con cuantas personas sea, resulta un alimento para el ego, y no digamos del placer que esto conlleva, pero pienso que ésta situación está derividada primeramente, de la falta de madurez que se tiene y segundo por la debilidad que se tiene en los sentimientos hacia la pareja actual. Asimismo es una forma fácil de pasar la vida, sin compromisos ni ataduras hacia nadie, simplemente te acuestas con quien se te da la gana y no le rindes cuentas a nadie.

Sin embargo tambien puede llegar a ser una necesidad, pues en muchas ocasiones, se presenta justamente cuando atraviesas una problemática situación con tu pareja, los pleitos, las discusiones, el desamor, la desunión… todo ello pareciera que el mundo lo lee en los ojos y es más facil encontrar alguien que de “consuelo” que una solución. Sucede siempre, habrá alguien que te de su hombro para que coloques tus penas y tus martirios, pero rápidamente te llevará hasta su boca, y seguro que caemos redonditos hasta la cama. Es más bien un escape a los problemas que tengamos, y esto da lugar a una frase muy común, “el o ella me da lo que mi pareja no me da”. Lo difícil de todo es seguramente, terminar con la infidelidad, pues la parte fácil es llegar a ella, nos prestamos para hacerlo, pero bien dicen que el que juega con fuego… se termina quemando.

Tu qué piensas?